A diferencia de la tristeza ocasional o el mal humor, la depresión infantil es una experiencia persistente de tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades que solían disfrutar. Los niños pueden desarrollar depresión infantil como resultado de experiencias traumáticas, cambios significativos en sus vidas, problemas familiares o problemas de salud.

Manifestaciones de la Depresión Infantil:

Los síntomas de la depresión infantil pueden variar según la edad y la personalidad del niño, pero pueden incluir tristeza persistente, cambios en el apetito y el sueño, irritabilidad, falta de energía, dificultades para concentrarse y pensamientos de autolesión o suicidio.

Impacto de la Depresión Infantil:

La depresión infantil puede tener un impacto significativo en la vida del niño, afectando su rendimiento académico, sus relaciones sociales y su bienestar emocional. Los niños con depresión pueden tener dificultades para participar en actividades escolares y extracurriculares, y pueden experimentar problemas de autoestima y aislamiento social.

Abordaje y Tratamiento:

El abordaje y tratamiento de la depresión infantil es un proceso que requiere la colaboración de los padres, cuidadores y profesionales. Es importante brindar un ambiente de apoyo y comprensión al niño donde se fomente una comunicación abierta y se proporcione un espacio seguro para expresarse.